lunes, 23 de abril de 2007

¿EN DONDE DEBE DE ESTAR LA PERMACULTURA?


La mazahua amanece y se huele a tortilla, frijol y coca-cola.


La mazahua despierta con aires de amargura, imita ademanes citadinos. Los señores regresaron el fin de semana de su trabajo semanal en la ciudad de México, Toluca y Morelia.

Los hombres emigraron, salieron dejando sus tierras que ya no daban el maíz necesario para vivir. El maíz dejo de dar por problemas radicales, es decir de raíz. Porfirio Díaz, dicen fue muy valiente y visionario, ¿Acaso habrá visto la herencia de despojo, abandono y destrucción de las familias y la tierra mazahua? Quizá no. El ordenó la sobre explotación de los recursos madereros. Dio la concesión a empresas extranjeras, los bosques mazahuas se redujeron a parajes baldíos que la reforma agraria repartió sin cuidado alguno. El Estado entregaba valles talados de vocación forestal para ser cultivados por los miles de indígenas campesinos despojados de la revolución. Y nuevamente fueron engañados.

Los mazahuas estuvieron dominados por los Purepechas y Porfirio lo sabia, fueron explotados por los españoles y también eso Porfirio lo supo. Con esos elementos el Oaxaqueño vendió los árboles mazahuas al extranjero. Se fue Porfirio. Y llego el nuevo Estado reformado, y se institucionalizó el paternalismo, la desbandada y la compra de votos por despensas.

Los mazahuas que protestaron tuvieron que irse muy lejos, incluso al cielo.

Los bosques mazahuas albergaban venados, mariposas monarcas, tigrillos y muchas ranas y sapos. Las casas eran de adobe.

Sin árboles el viento corrió sobre el suelo llevando consigo la capa que daba al maíz su vida, el agua sin que la aprovechara arrasó con otra parte de los suelos y la llevó a cuestas de sus ríos hasta la presa de Tepetitlán, el espejo de la luna. Ahí el suelo que era el suelo del árbol no se ajusto con los peces y muchos animalitos acuáticos murieron. Subió el nivel de la presa más no en cantidad el agua.

El agua se llevo a las ciudades y los mazahuas se quedaron sin su derecho. El suelo erosionado, erosiono la esperanza de las familias y los hombres salieron a buscar trabajo. Se especializaron de albañiles. Y dejaron a sus mujeres solas, que con tristeza vieron como ahora tendrían que ser sobreexplotadas. Ahora, las mujeres harían la política en las comunidades, verían por los hijos, por sus hogares, por todas y cada una de las responsabilidades, solas. Solas hasta que el hombre llegue el domingo con lo que ha aprendido de las ciudades, sola entre semana y sola la mujer en fin de semana al ver que el esposo tiene una nueva compañera, la compañía del hombre ahora era una caja con cables y antena. Una caja de la que no se despegaría solo para estar en compañía de los amigos y la cerveza. Y la amiga, compañera y esposa, también el fin de semana estaba sola. Sola con sus tareas. Maldito que hacer.

Los niños dejaron de ser sujetos, y ahora son los y las “oportunidades” para tener ingreso, entre más hijos mas dinero me da mi gobierno.

Ayer caminando por la mazahua vi una casa rodeada por una banqueta. Y vi como con amargura se reproducen los ademanes citadinos en un lugar donde hace falta algo más que la permacultura pero hace tanta falta la permacultura.

La mazahua atardece y se huele a tortilla, mole y coca-cola, el agua ha muerto. Ahora solo se cosecha del cielo. Los hombres abandonamos la tierra y aun así el cielo no nos abandona, nos castiga con sequía que es otra cosa.

Manos arriba! La erosión ha llegado y confía al creador que del cielo mis lindas mazahuas lugar de venado, llegue TÚ derecho que injustamente se te ha arrebatado.

Los bosques mazahuas albergaban venados, mariposas monarcas, tigrillos y muchas ranas y sapos. Hoy las casas son de block.


La mazahua se anochece y se huele a pan dulce y coca-cola.

“Lo que creímos era el ultimo circulo nunca lo fue, era realmente era el inicio de una hermosa espiral”

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